El dólar australiano también enfrentó obstáculos debido a la caída de los precios del cobre y del mineral de hierro en medio de la caída generalizada de los precios de las materias primas.

A la presión a la baja se sumaron los datos decepcionantes de China durante el fin de semana, que mostraron que los precios al consumidor aumentaron al ritmo más lento en cuatro meses, lo que indica una profundización de las presiones deflacionarias en el lado de los productores. Estas cifras han aumentado las preocupaciones sobre la salud económica general de China, arrojando dudas sobre la eficacia de sus últimas medidas de estímulo.

En el plano interno, el Banco de la Reserva de Australia (RBA) mantuvo los tipos de interés estables en el 4,35% durante su reunión del 5 de noviembre, alineándose con las expectativas del mercado y manteniendo una perspectiva política neutral. El RBA señaló que la inflación se está acercando gradualmente a su objetivo del 2-3%, pero rebajó ligeramente su previsión de crecimiento.

Los comentarios de la gobernadora del RBA, Michele Bullock, en la conferencia de prensa posterior sugirieron que los niveles actuales de tipos de interés son apropiados por ahora. Los operadores ahora están considerando un posible recorte de tasas en mayo de 2025, lo que podría convertir al RBA en uno de los últimos bancos centrales entre las naciones del G10 en considerar una flexibilización.
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